En 1913, Jiménez de Asúa obtuvo el título de Doctor. El texto de su tesis doctoral dio lugar a un volumen titulado La sentencia indeterminada. El sistema de las penas determinadas a posteriori, que se publicó ese mismo año. Este libro es el que ahora se reedita, en conmemoración de un acontecimiento tan relevante para la ciencia del Derecho Penal de España y de Iberoamérica. Jiménez de Asúa escribió el libro en el clima científico dominado en la época por el positivismo penal, que distinguía entre diversas clases de delincuentes y entendía que la pena tenía que ajustarse al peligro de reincidencia que cada categoría de ellos presentara. A partir de aquí, fue posible pensar que la duración de la pena debe ser indeterminada o, mejor dicho, determinada a posteriori. Este sistema es el que Jiménez de Asúa llamó sistema de penas determinadas a posteriori o ulteriormente determinadas.
Este planteamiento, pionero en España, supuso una importante innovación, así como la inserción de nuestro país en la discusión de la «Lucha de Escuelas» que entonces se desarrollaba en Europa. El pensamiento de Jiménez de Asúa tuvo una larga vida, atravesó distintas fases y participó siempre de las ideas de su tiempo. Pasados los años de su juventud y su admiración por el Proyecto Ferri de 1921, Jiménez de Asúa no volvió a insistir en la sentencia indeterminada. Actualmente, a los cien años de su publicación, el libro tiene un gran interés por cuanto supone una importante e ineludible base para la discusión sobre las teorías de la pena y las relaciones entre imposición de la pena y la ejecución penal. Además, las ideas que se plasman en él se hallan hoy en un primer plano, ya que la concepción básica de la sentencia indeterminada late en la llamada prisión permanente revisable y, en cierto sentido, en la custodia de seguridad.
La soberanía nacional