Vivimos una transición critica de las ideas. Tal crisis abarca por igual nuestra vida social y los aspectos económicos y políticos que nos constituyen como sociedad en convivencia bajo una norma de derecho observada por el Estado. Es en la cumbre de esta crisis de las ideologías desde donde Georg Jellinek nos presenta su obra máxima, Teoría general del Estado, y nos invita a reconsiderar y a cuestionar la sustancia de la que están formadas las bases de cooperación, convivencia y progreso de la sociedad. La visión dualista que considera al Estado tanto una construcción social como un sujeto de derecho resalta a todo lo largo de su teoría e incita a la reflexión profunda y objetiva de los intereses comunes, públicos y privados. La doctrina de Jellinek reafirma la idea de la organización del Estado y del derecho en el cual gobernantes y gobernados son responsables de vigilar el orden jurídico en aras de la evolución progresiva común. Teoría general del Estado es finalmente un tratado de derecho, amplio y conciso, que retoma la información histórica y los aspectos básicos de la teoría para enfrentarlos a la crisis actual de nuestras instituciones; con ello revalida la idea de que el ejercicio del derecho bajo la organización del Estado "pone de manifiesto el carácter real de la sociedad y su valor creador" y, por lo tanto, nos hace el sujeto creador de nuestra propia historia.