Traducida a todas las lenguas europeas y al chino, japonés y coreano, esta obra describe el papel de la justicia en la cooperación social y explica brevemente su objeto prima-rio: la estructura básica de la sociedad. Así, basado en la idea de que la justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, como la verdad lo es de los sistemas de pensamiento, John Rawls hace un análisis del papel y el objeto de ella; expone la idea principal de la teoría de la justicia como imparcialidad (los principios de la justicia se acuerdan en una situación inicial justa), habla de las instituciones y de la justicia formal, de la igualdad democrática y del principio de diferencia, de la igualdad de oportunidades y de la justicia puramente procesal. Aborda con lúcida argumentación temas como el concepto de libertad, la tolerancia de los intolerantes o el imperio de la ley, y define cuestiones tan controvertidas como la desobediencia civil y la objeción de conciencia. Expresa asimismo la necesidad de una teoría del bien y expone algunos de los contrastes entre lo justo y lo bueno, sin soslayar actitudes en apariencia triviales como la envidia. Por todo esto, es una obra fundamental en la jurisprudencia moderna.