El presente trabajo se inserta dentro de la dogmática procesal, en el ámbito de la teoría de la prueba, vale decir la esencia misma del juzgamiento fáctico y, epistemológicamente, se relaciona con uno de los objetivos primordiales de todo procedimiento, cual es el establecimiento de la verdad.
La pertinencia de la obra que se reseña se constata fácilmente desde la decidida opción de nuestro configurador social, en el sentido de instaurar el juicio oral, público, inmediado y contradictorio como mecanismo adecuado de averiguación de la verdad y la sana crítica como sistema general de apreciación racional de la prueba.
El autor nos muestra cómo la sociedad chilena, a través del legislador, ha elegido un ejercicio de la actividad jurisdiccional abierto al público, sujeto a controles procesales específicos, con facultades de apreciación otorgadas a los jueces, como muestra de confianza hacia su labor, pero que conlleva la obligación de comunicar racionalmente los motivos de la decisión.
Confiamos que el presente libro será un real aporte al análisis jurídico de la labor intelectual de valoración de la prueba y establecimiento de los hechos en el juicio, de la cual no está ajeno ningún litigante.
