En las páginas que siguen, el lector encontrará un precioso instrumento útil para una mejor comprensión del fenómeno del precedente, que podrá contribuir a superar algunos de los estereotipos de los cuales está rodeado y a enriquecer el aún pobre conjunto cultural de instrumentos del cual hay mucha necesidad, también para evitar que el formante jurisprudencial degenere en legislación judicial, o sea, para evitar que los jueces, precisamente, creen derecho sin precedentes.