Las empresas sociales aparecen en el panorama social y económico con la voluntad de corregir un sector público que provee deficientemente los servicios sociales y un sector privado quizá poco ético en ocasiones con sus empleados y/o clientes y con una escasa preocupación por los efectos medioambientales y sociales de su actividad. El estudio sobre el emprendedor social, emprendimiento social o empresas sociales se suele enmarcar en el ámbito de la economía social y, más en particular, en la denominada economía solidaria. La empresa social es una nueva figura que no obedece al ánimo de lucro o a la estructura de propiedad, sino más bien a la naturaleza de la actividad desarrollada. Su finalidad es la solución de los problemas sociales básicos de los seres humanos de una manera autosuficiente y rentable, y donde atributos como «sin ánimo de lucro», «público» o «privado» pasan a un segundo lugar para definirlas y clasificarlas. Es una nueva categoría organizativa que permite simultáneamente la creación de valor económico y social. Los diversos modos de entender la empresa social se reflejan en las diferentes formas jurídicas en que se puede organizar. La variedad abarca formas tradicionales como cooperativas y asociaciones así como formas más novedosas en este ámbito, como las sociedades limitadas. Al estudio de esta nueva realidad se dedica la presente obra
