La Real Academia de la Historia participó, en el otoño de 2004, en las conmemoraciones del V Centenario de la muerte de Isabel la Católica. La Academia organizó entonces una exposición y dos ciclos de conferencias en los que se trataron distintos aspectos del reinado.
La Academia, con el patrocinio de la Fundación Rafael del Pino, recuerda ahora a la heredera de Isabel la Princesa Doña Juana, como Reina de Castilla. El reinado de Doña Juana, recluida en Tordesillas desde febrero de 1509, encontró allí la muerte el 12 de abril de 1555, asistida por San Francisco de Borja.
Doña Juana quedó muy pronto alejada de las tareas de gobierno, aunque siempre conservó su calidad de Reina. Su firma fue solicitada infructuosamente por los Comuneros, con el fin de actuar legalmente contra el Rey Carlos I, su hijo. La personalidad de la Reina, las circunstancias en las que tuvo que actuar y su época, son objeto de este libro en el que se trata de esclarecer lo que Doña Juana fue y representó como mujer, aún envuelta en la leyenda, no exenta de ternura y nostalgias.
