No hay tema más importante y actual que la seguridad jurídica. Habitualmente tratado por la doctrina de manera apologética y vinculado a la determinación, la inmutabilidad o la previsibilidad de las normas, en esta obra recibe un tratamiento nuevo, profundo e integral. Con un método al mismo tiempo analítico y funcional, se examinan los elementos estructurales de la seguridad jurídica, desde su definición y fundamentación, hasta sus diferentes dimensiones, fuerza normativa y eficacia. Con ello, se responden las cuestiones fundamentales que su investigación exige: ¿seguridad en qué sentido? ¿Seguridad de qué? ¿Seguridad para quién, en la visión de quién y por quién? ¿Seguridad cuándo? ¿Seguridad en qué medida? ¿Seguridad por qué y para qué?. Con un esfuerzo monumental, se demuestra que el principio de seguridad jurídica no es un principio como los demás, sino un verdadero protoprincipio que funciona como condición estructural del Derecho, en la medida en que fundamenta la validez e instrumentaliza la eficacia de las normas jurídicas. Al evitarse el engaño, la frustración y la sorpresa, corporeiza el ideal de respetabilidad de la acción y de la argumentación del ciudadano mediante la inteligibilidad, la lealtad y la moderación de la actuación estatal. Más que un mero principio formal, traduce el aspecto jurídico de la dignidad humana, al permitir que el ciudadano pueda concebir su presente y plasmar su futuro con base en el Derecho e impedir que ese mismo Derecho se vuelva contra quien confió en él y obró gracias a su contribución.