La gobernanza ha sufrido grandes transformaciones a partir del establecimiento de constituciones directamente aplicables.
El establecimiento y desarrollo del poder judicial como encargado de resolver controversias ha servido, sin duda, para que el sistema normativo se encuentre en constante adaptación a las necesidades y propósitos de la sociedad.
El propósito central de esta obra es demostrar por qué la resolución de controversias, así como la creación judicial de normas, resultan en componentes esenciales para la “política dentro de las instituciones” y para procesos más amplios de institucionalización y cambio político, teniendo como consecuencia una mayor protección de los derechos fundamentales y de las nuevas instituciones democráticas.